Anécdotas históricas

Hoy me siento literata. Comentaré unas cosillas que leí.
Los marineros griegos estaban un poco salidos cuando llegaban a puerto, tanto es así que dice la leyenda que en alguna ocasión se tiraron a la estatua de Afrodita Cnidia situada en un pequeño templete redondo. Estaba tan hermosa, desnuda, dándose un baño, intentándose tapar y visible también por detrás que,... claro, ...el mármol resultaba irresistible y pasó lo que pasó. Hoy existe una copia romana del original de Praxíteles en los Museos Vaticanos. Hay que ver cómo la curia ama el arte, ¿verdad?
Ahora estoy con Lun Yu (Reflexiones y Enseñanzas), del señor Kong, el Confucio (551- 479 a. C.) de toda la vida, así me lo aprendí yo. En la introducción del libro (de Clásicos Kairós), se dice que medía 2 metros...2 metros, madreeeeee. Teniendo en cuenta que los famosos soldados chinos de terracota fueron hechos a tamaño real de los guardas personales del emperador y que el más bajito medía 1,80, me pregunto...¿qué rayos comían los chinos hace tropecientos siglos? Vaya buenos mozos, carayyy