Crónicas Inocentes
¡Cuántos días sin escribir! No, no ha sido el trauma de ninguna inocentada pesada. Se me ha ido el santo al cielo por culpa de los anuncios de perfumes. Me han sumergido en un mundo de ensoñaciones donde repetidamente vislumbro al homme, Olivier Martinez. Castigo divino por las risotadas sueltas en navidades pasadas a costa de la publicidad de juguetes y de colonias. Inocente de mí.
Lo malo es la paranoia que me entra de “anuncio en clave gay”. No lo puedo evitar. Cada vez que veo al guaperas de Lacoste pegar un saltito de la cama con el culo al aire y luego oigo pour homme, justo cuando se abre la puerta sin asomar el tacón de una mujer (parece el cuento de la cabrita), irremediablemente me imagino a un camionero bigotudo que le suelta tras asomar por el dintel “Hola mi amor, ¿me preparas unos churros?” Joooo, me da una rabia. Lo mismo me pasa con el anuncio de Valentino. Cuando veo a Eric Balfour, (me parece que es ése. No sé, con Hilary Swank también sufrí el “es ella-no es”) tan peladito, espachurrado sobre el capó, con ese I want you now en la boca ... lo único que me viene a la cabeza es un: “hazme tuyo, bribón”. Seguro que se lo dice al mismo camionero bigotudo.
Aunque para inocentada el anuncio de Iberia con el que desean Feliz Navidad a sus usuarios. Convierten a los pasajeros en payasos que van llevando la alegría a esos países caribeños donde las paredes necesitan muchas manos de pintura. Para mí que están llamando imbéciles a los turistas, pero es que tengo una mente muy retorcida. Eso sí por lo menos en el Trópico se ríe mucho. Se agradece.
Un final de traca para el 2006 con cargas explosivas de ETA y el ajusticiamiento de Sadam Husein (aunque fuera un cabrón su ejecución ha sido una carbonada en toda regla). Visto lo visto, sólo queda desear que el 2007 sea mejor.
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