Papel mojado

Me parece casi increíble: dos meses ya de vida tiene este blog. Y eso que fue un parto improvisado.
El sábado estuve haciendo limpieza y “ordenanza” de papeles. (A eso le llamo yo juegos de palabras...nivelazo tengo)
Mientras la mayoría se pasa la adolescencia entre juergas, yo me la pasé entre cartas. Leyendo cartas, escribiendo cartas, echando cartas (en varios sentidos) y recibiendo cartas. ¿A que suena romántico? 16 años epistolares. A los 14 se me ocurrió que estaría bien para practicar el inglés. Le pedí ayuda a mi tío, por sus conocidos en Inglaterra. Su respuesta fue: “Compra un periódico”. Todas mis ayudas han sido siempre así. A cambio me daba dinero: favores no, dinero sí. Y luego dicen que los jóvenes son materialistas. Volviendo al tema que nos atañe, ni corta ni perezosa, escribí a un diario londinense. A las dos semanas, recibí una revista gratuita de su editorial exclusivamente para correspondencia a nivel mundial. Ahí es nada. Y así comenzó todo.
De los 30 corresponsales que tenía en el 93, conservo el contacto con 4. Se han casado y tenido churumbeles.
La experiencia da para anécdotas: un chavalín de Ghana me pidió unos vaqueros (y yo se los envié) y un fulano argelino, residente en Italia, que se presentó por casa sin avisar con idea de quedarse según surgiera.
Conclusión. Doy la etapa por cerrada, agradeciendo el espacio libre resultante.