Los sueños, sueños son...como cantaba Aute
La semana pasada soñé mucho. Una de las noches, con una serpiente muy gorda en el jardín. Era una especie de dragón chino sin crestas que entraba y salía de la tierra sin hacer nada a nadie. Yo la miraba desde la ventana. Tanto me impactó que consulté en libros y por Internet. Si hago caso de las interpretaciones, o tengo un enemigo muy gordo, (en el sentido de importante o bien en el sentido de obeso) o mi vida va a sufrir un cambio muy grande (ya se sabe, las serpientes mudan la piel). Pues no conozco demasiados señores gordos actualmente...entonces es que alguien me desea matar, fijo. ¿Un cambio importante en mi vida? Lo dudo a meses vista. Como no vaya a Cambio Radical. También puede simbolizar el órgano reproductor masculino... y lo de los túneles en la tierra, ejem, ejem. Eso sólo puede significar que ha llegado la alegría a mi subconsciente. Materializar por el momento no se ha materializado. Una pena. Al día siguiente soñé con una visita a un museo donde estaba Gonzalo Miró (lo sabía porque le vi de espaldas...absurdo, lo sé) y el cuál visitaba el Rey Juan Carlos un palito. El rey era bajito, peinaba entradas con melena rizada engominada y vestía un jersey a rayas rosas horizontales con un bleizer salmón. La cara era la misma y calzaba unos náuticos. Entraba por el museo con las manos en los bolsillos y silbando. En el sueño estaba yo toda extrañada pensando que el rey se nos había italianizado.
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